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Fulgueiras con el Santo Claro

Periodista sublime

 Por: José Antonio Fulgueiras

       Cuando el periodista José Martí cayó en Dos Ríos, de cara al sol, como él mismo soñó, el bardo nicaragüense Rubén Darío, recibió la noticia con esta exclamación: ¡Que has hecho Maestro!

  Tal vez desconocía Rubén, desde su metáfora azul,  que el poeta que había puesto el pecho a las balas españolas, era también el osado corresponsal de guerra,  la pluma fundadora del periódico Patria en el invierno Neoyorquino de 1892,  y  el mismo que le aclaró al Buen Pedro de que no derrocharía el dinero recolectado para la Guerra Necesaria en las tijeras de un barbero.

  Era, asimismo, el reportero que describió un terremoto y una pelea de boxeo sin haberlos visto, o simplemente el hombre de la levita raída que penetró por el dulce y difícil laberinto de los niños, de manos de Pilar ya sin sus zapaticos de rosas, de  Nené traviesa y el señor Pomposo.

 Martí fue un  genio de la política y la poesía, pero también un  genio de la seriedad reporteril. Por eso manchó su último reportaje con su sangre de general mambí, sobre un caballo que le regaló José, el más audaz de los Maceo, quien descubrió en los ojos y en las palabras de aquel hombre pequeño de estatura y grande de corazón, que lo que decía lo hacía, que no era capitán araña, sino  león indomable.

   Esta mañana aquí, ante este otro periodista guerrillero -- a quien sus compañeros del Granma bautizaron con solo tres heráldicas: Che,  venimos a rendirle tributo con  las manos llenas de flores y esperanzas. Por ello le evocamos a su colega Martí de quien él un día dijo: “Las palabras de Martí de hoy no son un museo, están incorporadas a nuestra lucha y son nuestro emblema y nuestra bandera de combate.”

  El Comandante Ernesto Guevara vino en el Granma como médico de primeros auxilios, pero tras el desembarco cambió su botiquín por un fusil y luego por una pluma partisana que le instó a escribir Los Pasajes de la Guerra revolucionaria, un reportaje de belleza, humanismo y luminiscencia sin par.

 El Che fue un periodista y un fotógrafo de alma y corazón, un virtuoso de los textos y las imágenes que le abrieron el sendero entintado con crónicas irrepetibles como el Cachorro asesinado o la Piedra esta última escrita desde las penurias de la guerrilla del Congo.

  En este lugar alzó su voz el periodista Fidel Castro, el profeta de la aurora como lo llamara el Che, quien da muestras diarias de periodismo excelso y sabio en sus reflexiones sobre hechos y personas disímiles, en un modelo franco de cómo se puede hacer buen periodismo, sin caer en puntos comunes, párrafos o espacios tecosos, y  de como se puede y se debe criticar y reconocer, con el látigo martiano que lleva un cascabel armónico en la punta.

 Las mujeres y los hombres de la prensa villaclareña escogimos este sitio sagrado, refugio de la vergüenza y la pureza, para celebrar nuestro 14 de Marzo, día de la prensa cubana y proponernos nuevos retos en estos momentos decisivos que la Patria llama a abrir bien los ojos como convocara el jardinero imaginativo creado por el periodista y cuentero mayor  villaclareño Onelio Jorge Cardoso.

  Contamos para realizar nuestra labor con el apoyo abierto e incondicional del Partido y el Gobierno. Somos un territorio piloto y sui géneris que nos ha permitido desplegar el periodismo analítico y creador, sin tapujos, hablando y escribiendo del bien y del mal, dentro de una sociedad que no es perfecta, pero sí mucho mejor a otras que se atribuyen el calificativo de la perfección.

  Debemos continuar por el camino de la superación persistente, de nuestra representatividad en los concursos nacionales del periodismo en los que hemos sido los más laureados del país, del desarrollo ascendente de la política informativas en todos nuestros medios de difusión, de la solidaridad y enseñanza constante a los estudiantes de periodismo que llenarán los huecos actuales de nuestros espacios informativos y que serán a largo plazo  para algunos o corto para otros, el relevo de mucho de nosotros.

  La política informativa no puede ser patronímico absoluto de los directores de los órganos de prensa, cada reportero debe formar parte de su elaboración y materialización, la idea colectiva debe primar por encima de la individual, la unidad debe presidir el lead de cada trabajo informativo.

 La creación primera del país de nuestro circulo y sitio Web en solidaridad con Nuestros Cinco héroes y  el mural inaugurado ayer en el corazón de Santa Clara, salido del genio pictórico de los caricaturistas de Melaito, es una muestra fehaciente de nuestra lucha franca por su regreso, aunque queda mucho por hacer a favor de ellos todavía.

  Digamos a Martí, al Che y a Fidel que las páginas periodísticas que escribieron, no se borrarán; y que aunque no tenemos el talento creador que ellos poseían, sí nos sobra el deseo de escribir y amar, de soñar y avanzar entre el éter, las imágenes y la tinta investigativa y pertinaz.

  Felicitamos hoy a los que van en la punta y a los que pujan por estar en el pelotón de la vanguardia, a todos los trabajadores de la prensa, desde el chofer eficiente, al locutor enriquecedor de la cuartilla, al técnico de audio e imágenes, los luminotécnicos, reporteros, redactores, caricaturistas, fotógrafos,  camarógrafos, editores, correctores y realizadores. 

   Permítanme culminar esta breve intervención con tres frases célebres en nuestro país: El con todos y para el bien de todos de Martí, el Patria o Muerte de Fidel y el Hasta la victoria siempre del Che.

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